miércoles, 10 de abril de 2013

El día después


La situación es esta: un chico de 10 años hace una travesura en la escuela. Una travesura o un acto de vandalismo, hay una distancia grande entre ambos casos, pero, de todas maneras, hace algo que está mal: rompe un cuaderno de un compañero, rompe una maqueta o esconde las tizas para que la maestra no pueda seguir escribiendo. Algo así, podría ser.

Algunos lo ven y todos saben quién fue. La maestra pregunta. Alguien dice quién fue. 

Ese alguien dijo la verdad porque su padre le enseñó en casa que siempre hay que decir la verdad. Ese alguien delató al responsable, y en consecuencia algunos preparan una reprimenda para él. 

Entonces se arma la escena: unos  llevan al delator a la rastra a un rincón del patio. Otros hacen de campana: vigilan que ningún maestro esté cerca. Otros arrinconan al delator, lo toman de los brazos, no lo dejan moverse. Y otros le pegan fuerte.

Algunos quedan fuera de la escena: lo ven y no dicen nada: por miedo. Otros, por convicción: no hay que hablar, está muy bien que se lo reprenda. Otros no saben si deben mirar o no. Todos saben lo que está pasando en ese rincón del patio. Salvo la maestra que se entera más tarde.

Y el día después ¿Qué hacemos? ¿Cómo recuperamos la escena? ¿Cómo la contamos? ¿Desde qué punto de vista? ¿Desde el chico que es golpeado poque ha dicho la verdad? ¿Desde el que golpea, que fue buchoneado? ¿Desde la directora de la escuela? ¿Desde la nena que sabe lo que pasó entre los varones pero apenas se atreve a contarlo en la casa? ¿Desde la mirada del padre del que sostuvo los brazos del delator para que no se escapara?

Líneas para pensar: siempre la verdad – delator – buchón – testigo – silencio cómplice- temor a decir - ignorar la situación- etc.

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